El Campus Wallbox se emplaza en un antiguo edificio industrial en la Zona Franca de Barcelona. El inmueble, con una superficie de 12.000 m2 construidos, se ha rehabilitado para acoger las nuevas oficinas y laboratorios de esta empresa dedicada a la fabricación de sistemas de carga y gestión para vehículos eléctricos.
Para conseguir que contara con la mejor eficiencia energética y fuera un espacio de trabajo saludable, el proyecto ha contado con la colaboración del equipo de EIG Real Value Estate que ha tutelado la implementación de las estrategias Lean2Cradle desde el diseño a la ejecución, y de la constructora Construcía que, con este mismo planteamiento, ha proyectado la reforma integral del edificio preexistente y ha seleccionado los materiales basándose en los principios de diseño Cradle to Cradle.